SI el fútbol no fuera ya un deporte de
masas, Muniain tendría que jugar en tanga. Y no por una cuestión
sexista, sino porque es mucho más eficiente. Su cuerpo no acumularía
calor, no le rozaría la ropa y opondría menor resistencia al aire. De
paso, aunque no es lo realmente importante, la afición, en su caso
femenina, acudiría al campo en masa, como corderas, para apreciar sus
poderosos músculos en tensión, su esbelta figura perlada de sudor, su
piernas ebúrneas como columnas salomónicas y su paquete de kleenex. Si
metiera goles, ya sería la leche. La Federación Internacional de
Balonmano Playa, que ha estudiado el tema en profundidad, solo ve
ventajas en este tipo de atuendo para aquellos deportes minoritarios que
no alcancen un aforo rentable. Incluso el reglamento que ha aprobado
esa panda de salidos para atraer público a los partidos femeninos
concreta que “el bikini inferior tenga en su parte más ancha no más de
diez centímetros”. De esta forma, si hay suerte, en algún lance quedará
al descubierto el vello púbico, lo que siempre da emoción al encuentro. No obstante, si lo que buscan es a un aforo pedestre, quizás lo mejor
sería que jugaran en topless o en una charca de barro. Y en el
caso de que se elija esta última opción, desnudas, para que no se les
manche el bikini. Ayer, las jugadoras ganaron el pulso y podrán elegir
su atuendo. Igual lo celebran con un calendario en bolas. A fin de
cuentas, ellas deciden cuándo vestirse o desnudarse.
Ho Chi Minh City (Saigón) es una ciudad increíble y su tráfico, uno de los grandes enigmas de la ciencia. Parece imposible sobrevivir a él y, sin embargo, todo fluye con relativa eficiencia. Tras ver este vídeo realizado con las imágenes tomadas por Rob Whitworth, nuestra ciudad nos parecerá un auténtico balneario. Winner of Best Experimental Film at Tiburon International Film Festival 2012 .
Si te ha gustado, echa un vistazo a estos otro dos...
ESTIMADO Pablo Iglesias. Soy un
supervidente de su pograma de tertulias y quiero contarle el caso de mi
vecina por si puede darle algo por caridad, ahora que usted preside el
Parlamiento europeo y es tan justo y necesario. La chica se llama
Genara, pero como es muy sencilla, prefiere que la llamen Jennipher. Su
madre es una santa pese a que le duelen los ovarios con un dolor
clínicamente desconocido. Cuando Jennipher cumplió diez años, su padre
se marchó a Venezuela, concretamente a Uruguay, y casi fue mejor, porque
la maltrataba de palabra, obra y omisión. Hasta el cicólogo le dijo que
el hombre tenía el cerebro muy destruido y que por muy poco no era
tonto. Cuando la niña se hizo mayor asistió a clase de analfabetización
de adultos para no tener que ponerse a trabajar en los muelles con un
colchón. Ahora ya sabe escuchar en muchos idiomas, aunque no sabe
hablarlos y se confunde con la orografía. El caso es que enfrente de un
confesionario de Renol conoció a un novio perpléjico al que habían
tenido que imputarle la pierna izquierda y al que quedó unida como a un
ombligo umbilical. Ella le quiere mucho, lo que no quita que se muera
por Brat Pit. El actor es su ídolo y lo tiene hidrolizado hasta el punto
de haber empapelado su cuarto con sus postres. A ella le ayudaría mucho
que le hiciera urodiputado. Es tan buena chica que se lo merece.
Prostata: si no puede ser, también le gustaría un caballo, aunque fuera
de segunda mano. Adiós”.
También las mascotas tienen que ganarse la vida y procuran practicar un oficio en la medida que pueden. Aquí puedes ver al limpio, al espía, al masajista, al líder... Seguro que se os queda cara de bobos.