Imagen del Codex Seraphinianus
SI están hartos de los best sellers, les propongo que este verano le echen un vistazo a dos de los libros más raros del mundo. Dos exquisitas joyas bibliográficas, con la peculiaridad de que no hay que esforzarse en su lectura, lo que no deja de ser una gran ventaja en los tiempos que corren, más dados a la asimilación de contenidos visuales y a los mensajes de 140 caracteres.
Me refiero al Manuscrito Voynich (año 1500) y al Codex Seraphinianus (año 1976-1978). Curiosamente, ambos fueron escritos en Italia. El primero es de autor anónimo y el alfabeto y la lengua utilizada son tan extraños que ni los mejores criptógrafos del mundo han conseguido descifrarlos. Las ilustraciones de plantas, figuras, diagramas astrológicos y alquímicos no se corresponden con simbología conocida.
Lo mismo ocurre con la obra del artista y arquitecto Luigi Serafini, reeditada hace pocos meses. Aparenta ser la enciclopedia de un planeta onírico donde las ilustraciones muestran un despliegue imaginativo asombroso de animales, vegetales, minerales y humanoides con sus pueblos, costumbres y tecnología. Coincide con la de Voynich en la ilegibilidad de sus textos, escritos a mano por el autor en un lenguaje inventado que carece de significado.
Son dos obras deliciosas e inquietantes que nos convierten en analfabetos, como niños que hojean un libro antes de aprender a leer. Ventanas a un universo que nos oculta su sentido pero que a la vez permite que lo creemos nosotros. Todo un regalo.
Josetxu Rodríguez
@caducahoy
Más imágenes del Codex Seraphinianus
Imágenes del Manuscrito Voynich
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